El engaño amoroso
La respuesta común al engaño amoroso es de furia o decepción. El
dialogo interno va mas o menos así: “si yo le quiero y no le engaño ¿Por qué me
ha engañado?". El caso mas enfermizo, de los que asumen que solo ellos pueden engañar, no lo abordaremos por ahora.
En el fondo uno asume que los demás deberían comportarse con las mismas
reglas o principios que lo rigen a uno. Pero no siempre es así y por varias
razones. Esto sin descontar que uno mismo haya sembrado un comportamiento semejante.
Antes de decidir un curso de acción, como el rompimiento, la venganza,
la revancha, el perdón o la violencia, puede que haya maneras alternativas de
entender un engaño amoroso y que ese entendimiento modifique las acciones que tomemos.
Pero incluso antes de analizar las opciones de entendimiento hay que
reconocer que las emociones que nos produce un "engaño" pueden ser
insalvables... pero quizá el re-análisis
de la situación mitigue, o modifique las emociones originales.
Las interpretaciones alternativas pudiesen ser:
- "¿Por qué me engaña si
yo no lo hago?". Una respuesta simple a esta pregunta es que la otra
persona tiene historia, deseos y necesidades de autoafirmación diferentes. Hay que
buscar entender que sucede, en parte porque uno mismo puede ser el
incitador presente o futuro de esa conducta. Esa es una parte difícil de una interpretación de un
engaño: aceptar la propia responsabilidad que uno mismo puede tener. Puede
que no resuelva la situación actual pero ayuda para el futuro. En el fondo
esto indica que puede uno también hacerse la muy difícil pregunta ¿Qué rol he tenido
en este engaño?
- "Me engaña porque eso
aprendió de su familia." Cuando se llega a esta conclusión se está
aceptando que es un comportamiento casi
inevitable y posiblemente repetitivo,
a menos que se pueda establecer un dialogo de entendimiento que haga
reflexionar hacia donde se va, como pareja o como individuo.
- "Me engaña porque así lo ha venido haciendo con otras
pequeñas cosas de la vida diaria?" Ver un engaño amoroso como parte
de un ciclo de pequeñas mentiras y altercados que se van sumando, es de los
efectos acumulados más difíciles de
remontar, aunque no imposibles. Las pequeñas mentiras cotidianas se
pueden ir acumulando hasta que se cruza el umbral (indistinguible) entre las pequeñas y las mentiras catastróficas. Para cada uno es diferente
el umbral de lo pequeño y lo catastrófico.
Pero ciertamente, hacerse el desentendido solo coopera a que los efectos
se vayan haciendo acumulativos, hasta
que explotan.
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